22.6.07

El bunker del Capricho

Les Luthiers, que además de humoristas son unos grandes filósofos decían: “Lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe”. Con esto que llaman “nuevas tecnologías” lo del teléfono empieza a estar cada vez más en desuso, y más te vale contar con una buena combinación de saber lo que buscas y tener algo de suerte.

A diferencia del teléfono, que es un medio en “tiempo real” y privado, los comentarios en los blogs suelen ser públicos, y con suerte firmados. La firma, tras hacer un par de clicks, y teniendo la dosis necesaria de suerte, acaba llevándonos hasta el el buzón de email del autor.

En este caso, mirando entradas viejas del imprescindible blog fogonazos encontré un comentario acerca de unas fotos del interior del llamado “bunker de Miaja”. Tirando del hilo llegué hasta el blog de Luis, el autor del comentario, maníasmias.

Tras unos cuantos correos, me encontré en mi buzón una invitación suya para ir a ver el famoso bunker. Todo esto nos lleva a deducir que por mucha nueva tecnología, lo mejor sigue siendo tener el teléfono adecuado, y una “excusa” del tipo “hace mucho que no nos vemos, ¿no?”

Para el que no conozca el Parque del Capricho, y sea de Madrid, primero y antes de nada recomendarle que, con bunker o sin él, se pase a verlo cualquier fin de semana. Es un parque un tanto especial. Para empezar, no es ni mucho menos tan extenso como otros espacios verdes de la capital como El Retiro. El parque está cerrado, y solamente abre al público los fines de semana, y siempre restringido a un número de 1000 visitantes al mismo tiempo. Un sistema de tornos a la entrada puede hacer que tengamos que esperar un poco a que salga alguien algún fin de semana de esos en los que apetece pasear. Por otro lado, no se permite el acceso con comida, animales, balones, etc. Por cierto, a pesar de los tornos, el acceso es gratuito.

Estas restricciones, bastante lógicas, son las que hacen que este parque más que un parque parezca un enorme jardín privado. Encontraréis el césped perfectamente recortado y verde, los caminos despejados de hojas y ramas, y un ambiente mucho más relajado y menos “festivo” que en el Retiro, por ejemplo. Eso sí, conviene tomárselo con calma, ya que aunque el recinto no es especialmente grande, recorrer todo el parque y visitar todas sus “atracciones” puede llevar un par de horas de tranquilo paseo. No olvidéis la cámara y leer los carteles a lo largo del recorrido. Tenéis más información práctica en la página sobre el parque del ayuntamiento de Madrid. Y no olvidéis pinchar en Actividades si queréis disfrutar de alguno de los conciertos que se realizan en el parque.

Al fondo del parque, a la izquierda del palacio de los Osuna, se encuentran los accesos principales al bunker. Esta instalación subterránea fue conocida como Posición Jaca y fue el centro de mando desde el que el ejército republicano organizó los últimos combates que culminarían con la toma de Madrid por parte del bando nacional.

Bajo una enorme losa de hormigón armado de un metro de grosor se encuentran las puertas blindadas que dan acceso al subterráneo. Hay varias de estas puertas por la zona. Alguna de ellas, cerradas con cadena, dejan un resquicio por el que se pueden observar los escalones que descienden hacia la oscuridad.


El Capricho. (Ayto. Madrid)

Por suerte, en nuestro teníamos quien nos abriera las puertas y quien nos encendiera las luces, por lo que el aspecto era bastante menos tétrico de lo habitual.

Tras descender dos tramos de escaleras, hasta 15 metro bajo tierra, nos encontramos otra puerta blindada (blast door) que da acceso al bunker propiamente dicho.


El Capricho. (Ayto. Madrid)

Este consiste en un largo pasillo principal con habitaciones abovedadas a sus lados.

El Capricho. (Ayto. Madrid)

Las habitaciones están totalmente vacías de cualquier tipo de mobiliario, aunque aún se conservan restos oxidados de la antigua instalación eléctrica. Llama la atención los azulejos de las paredes, y el dibujo del suelo, que se aprecia a pesar de la suciedad.


El Capricho. (Ayto. Madrid)

En toda la instalación resuena el goteo continuo del agua que cae en un pozo situado en la primera habitación, que acentúa la sensación de frescor habitual bajo tierra.

Al fondo se encuentra una habitación de paredes oscuras, que debió albergar la cocina o los baños. Sólo queda un pequeño poyete, y unos ganchos metálicos que debieron sostener algún tipo de depósito o similar.


El Capricho. (Ayto. Madrid)

Apenas estuvimos una media hora en el interior del bunker, tiempo más que suficiente para verlo con detenimiento en su totalidad, aunque personalmente hubiera pasado allí horas fotografiando las viejas y oxidadas puertas blindadas, y las escaleras sumidas en la oscuridad.


El Capricho. (Ayto. Madrid)


El Capricho. (Ayto. Madrid)

No me queda más que agradecer a Luís la oportunidad que nos brindó para visitar este tesoro oculto, y también a nuestra cicerone, Isabel, que aparte de compartir su tiempo y amabilidad con nosotros fue una guía de lujo, tanto por conocimientos (y es que aunque este parque no es de su propiedad, pero como si lo fuera, y así lo tiene de cuidadito) como por su simpatía.

Localización: N40° 27' 24.70", W3° 35' 44.17". El bunker está localizado en el parque del Capricho. Desde google maps se puede observar el parque y el palacio aledaño a este.

Estado: El bunker se encuentra sin restaurar, pero en el estado que debe tener una construcción pensada para resistir ataques de artillería.

Acceso: Al parque, gratuito y altamente recomendable, aunque sólo durante los fines de semana. Suele haber bastante aparcamiento por los alrededores. La forma más fácil de llegar en coche es por la M40 dirección sur, salida Av. De Logroño, que es la siguiente salida al sur de la de Campo de las Naciones. El bunker se encuentra actualmente cerrado al público, aunque hay en marcha un proyecto para restaurarlo y crear un pequeño museo en su interior con documentación, planos e información sobre su historia. Se pueden ver, no obstante, las puertas blindadas exteriores y las chimeneas que le servían de respiraderos.

Enlaces:

Entrada y fotos sobre el bunker en maniasmias: Entrada , Fotos: 1 , 2, 3 y 4.

Salu2!

4.6.07

La presa vieja de Aulencia.

Cuando el pequeño utilitario de la familia se queda viejo y herrumbroso suele ser sustituido por una nueva, enorme y flamante berlina para disfrute de toda la familia. Resulta curioso darse cuenta de que este fenómeno puede darse en algo tan grande, caro y húmedo como una presa.



La presa de Ausencia, ahora conocida como “la presa vieja”, fue construida en 1945 y sirvió para proveer de agua y electricidad (no hay sistema de generacion de electricidad en la presa, ni canal de agua para generadores rio abajo) a los municipios de la zona. Tras 30 años de servicio se inauguró la enorme presa de escollera de Valmayor, apenas unos cuantos kilómetros río arriba, que convirtió a la presa vieja en algo pequeño y obsoleto.

Hoy en día, tras más de 60 años, la presa sigue siendo un muro imponente, aunque el óxido en su metal y las plantas en su cemento le dan un aspecto decadente.



La presa hace años que dejó de servir para almacenar agua. De hecho, su muro de contención soporta el peso de toneladas de lodos producidos por las depuradoras de la presa de Valmayor. El pantano no es más que un enorme contenedor de fangos aderezados por variados y tóxicos residuos como metales pesados y otros compuestos venenosos. Los mismos que se desechan antes de meter el agua en las tuberías que llegan a nuestras casas.

Desde la distancia el “pantano” parece limpio y resplandeciente, pero basta con acercarse a su orilla para comprobar que el agua es sólo una pátina de apenas medio metro sobre la superficie del fango.

La pasarela sobre la presa se encuentra bastante oxidada, y un cartel advierte del peligro de caminar sobre ella, y una vieja puerta metálica aún muestra restos de lo que fue un disco de prohibido el paso pintado sobre ella.



En el centro de la presa se encuentra la manivela que debió de levantar el portón del desagüe principal. Hoy en día conseguir mover esta vieja rueda sería un esfuerzo inútil debido al lodo compactado en la parte baja de la presa.



Al otro lado de la presa encontramos una viaja casa cerrada y un par de estanques que debieron alimentar al sistema hidroeléctrico decantadores que formaban parte del sistema de depuración de aguas de la presa.



La caseta del fondo contiene un par de tornos oxidados que debieron operar las compuertas que regulaban el flujo de agua hacia una serie de “bañeras” detrás de ella.



La presa asemeja un viejo cadáver atrapado en el fondo del río. Desde lejos no parece muy distinta de cualquier otra, pero basta con acercarse para que el óxido nos haga ver que lleva muerta bastante tiempo, aunque su cadáver aún sirva para retener algo de agua y cieno.



Una visita recomendable por lo curioso de la construcción, y por el bello entorno natural en el que está ubicada. Se merece una pequeña excursión dominguera.

Localización: N40° 31' 0.53", W4° 1' 25.32". En el cañón del río Valmayor, entre Valdemorillo y Colmenarejo . Su situación se puede ver perfectamente en google maps.

Estado: Los edificios colindantes se encuentran en buen estado pero cerrados. Uno de ellos aún está en uso y hay un perro encerrado tras una cerca. La pasarela metálica está oxidada, pero aún aguanta el paso sin problemas. Las represas de la instalación hidroeléctrica depuradora están bastante estropeadas y con numerosas pintadas.

Acceso: El acceso por carretera está cortado al tráfico. La carretera que llega hasta la presa es una cañada real y por lo tanto está prohibido el tráfico de vehículos a motor, por lo que hay una valla para evitar su paso. Lo más cómodo es dejar el coche en la urbanización de Pino Alto y recorrer los 2 km. a pie o en bicicleta.

Salu2!